domingo, 8 de mayo de 2011

Tus eternos días, Mamá.

No importa lo asfixiante que parezca la soga, la vida a la larga nos enseña que en vez de acomodar el palo, lo doblamos más.

Acostumbramos a aplicar la guerra, “lo que tu me hagas te lo haré peor”

Acostumbramos a ver lo que queremos ver de las cosas, pero al fin y al cabo, la realidad no es la que queremos ver, si no la que de verdad es.

Por ahora no importa lo que diga, ni cuantas lecciones de vida quiera dar, esa percepción aplastante que pareces tener de mí no cambiará por mucho que hable o escriba.

Mañana quizá tu estés peor y yo aún más abajo, puede que me duela, puede que me aturdan tus errores, pero más tarde, cuando la posición sea otra, quizá en años esto no sea la verdad absoluta, pero a pesar de todo, a pesar del pesar, la verdad absoluta será descubierta.

Puede que ahora tu solución sean más heridas para las que ya tengo, puede que mi sufrimiento te parezca represaría, puede que de alguna forma la vida me ponga retos aparentemente insuperables, pero esto, más allá de todo, no será más que otra enseñanza, parte de mi auto superación.

Parezco ególatra por que soy un espejo enceguecedor, en la escuela te dicen que el ladrón juzga por su condición, pero yo nunca tuve evidencia clara de ello.

Yo como persona sin embargo amo todos los errores que cometes, amo tus imperfecciones y tus malos manejos, te amo a ti cuando me odias, te amo cuando dices más de lo que debes, te amo cuando me mientes, te amo cuando te odio, te amo cuando me destruyes, te amo cuando me construyes. Tu te mereces mi amor aún y cuando no te lo mereces, por que de alguna forma te elegí a ti para que me amaras.

Pero lo que más amo de ti es que me has hecho quién soy. Todos mis dolores, mis errores, mis aciertos y mis logros han sido fruto de tus propios dolores, errores, aciertos y logros.

No importa cuanto te equivoques, y cuan errada estés ahora, o cuán acertada estés luego, yo te amaré y te perdonaré todos los días, no importan las palabras que mi impulso desnude, siempre te amaré aún cuando me duelas hasta en las noches.

Yo he amado, he llorado, he sufrido, me he cerrado hasta conmigo, he mentido, me he equivocado sin descanso, y a pesar de eso, nada se compara con la satisfacción de despertarme en las mañanas y tener el orgullo de decir que la única persona que ha estado, aún cuando no está eres tu, absolutamente nadie en la fas de la tierra sabe lo que se siente eso.

No importa lo que pienses ahora, ni lo que has pensado o pensarás, solo yo conozco mi verdad y Dios la pondrá a tu vista cuando el lo disponga.

No me disculpes, no cambies, no analices, ni siquiera pienses, sigue siendo tu, que yo te amaré y te perdonaré todas las noches, las mañanas y los días de mi vida.

Si bien es cierto que yo te elegí como mamá, tú me elegiste como hija. Gracias, te amo más de lo que me amo a mí, por que eres tú responsable de lo que soy.



De todos mis amores, este es el más fuerte, feliz día.


Por siempre, tu hija.

No hay comentarios:

Publicar un comentario