En ocasiones andamos por la vida sin saber lo que es, estamos en un camino empinado sin rumbo, no sabemos a donde queremos llegar.
Nos acostumbran a pesar que la vida es injusta, que lo malo no puede ser bueno y que lo bueno es lo que en realidad no es.
La vida es mucho mas sencilla de lo que en realidad creemos, la misión de todos aquí es ser felices, pero cada quién tiene una manera de serlo, la clave está conocer lo que nos gusta, visualizarnos en un futuro y elegir una profesión o un oficio que hagamos felices el resto de nuestras vidas, y es que el éxito está en hacer lo que queremos con amor, cuando disfrutamos lo que hacemos el universo se encarga de cubrir nuestras necesidades.
Dinero, todos sabemos cuán necesario es en este mundo donde la mayoría de las comodidades tienen un precio monetario. Algunos han dejado de hacer lo que realmente les gusta por creerlo poco productivo, pero con el tiempo la vida nos enseña que no fué lo correcto, por el simple hecho de nunca aprender a querer lo que hacemos.
Sin embargo, otros consiguen la satisfacción de su trabajo con el tiempo, aunque al principio no era lo que querían o esperaban, aprenden a apreciar y amar lo que hacen.
También con entusiamo, buena vibra, valor y perseverando podemos conseguir cosas mejores hasta llegar a lo que queremos.
El secreto del éxito está en la paz espiritual, quién está en paz consigo mismo estará en paz con lo que hace, con todo a su alrededor, con su oficio, con su trabajo, con las personas de su alrededor.
Recordemos que no sólo se trata de nosotros mismos, que la vida no gira en torno a nosotros, que dependemos de las personas de nuestro alrededor aunque el orgullo a veces no nos deje aceptarlo, recordemos que el carro de adelante en la cola no siempre tiene la culpa de que la luz del semáforo permanezca verde sólo 8 segundos, recordemos que el señor que vende frutas merece respeto, que tal vez su consciencia no le permita entender que al cliente se le debe tratar con un poco más de cariño, por eso, la mejor manera de enseñarle es tratarlo mejor de lo que nos ha tratado.
Aprendamos a perdonar, amemos a quién nos ha hecho daño, por cada mala experiencia que vivimos conseguimos una enseñanza, pero ojo, debemos aprender desde un buen punto de vista, para ser mas clara, el hecho de que nos hayamos tropezado con una mesa y nos hayamos lastimado no significa que siempre tropezaremos con las mesas y siempre nos lastimaremos, podríamos aprender por ejemplo que debemos tener mas cuidado, por que en la próxima ocasión podríamos romper los adornos que están sobre ella, o sólo que los anteojos necesitan un cambio.
¡Señores la vida es tan sencilla! Dejémonos de complicaciones que sólo nosotros somos los afectados con tanta amargura, al vecino no le afecta cada peste que le echamos cuando llegamos a casa y encontramos que las paredes retumban con su música. Recuerde que de cada cosa que le deseamos a los demás nosotros tendremos lo mismo tarde o temprano. Por eso, respire profundo y colóquese sus audifonos con la musica que le relaje e intente dormirse o descansar.
Deje el miedo a amar, ame a su presidente así no esté de acuerdo con el, recuerde que odiar enferma el alma y usted no debe querer tener un alma enferma.
Ame a su amigo, ame a sus padres, ame a quién lo ama, ame a quién lo odia, ame al conductor del bus que se le atravesó hace días. Recuerden que nuestros padres hicieron y hacen lo mejor que han podido, recuerde que el conductor del bus está acalorado, cansado, no pretenda que todo el mundo sepa las leyes de tránsito igual que usted, porque aunque sea triste, en nuestro país es así y no podemos pretender cambiarlo de un día para otro, así que aprendamos a convivir con lo que tenemos.
Aprenda a disfrutar cada cosa que nos da la vida, desde lo mas simple hasta lo mas complejo, si la mañana amanece fresca, el cielo despejado, si nos complace el paisaje que vemos, entoces difrutemos de el, aprécielo, y agradezca poder ver lo que está observando, siéntase afortunado.
Señores, aprendan a ser tolerantes, con tantas críticas, pestes y odios no consigue nada. Piense por un segundo qué pasaría si todo fuese como queremos, si todos pensaramos igual y todo fuese perfecto. Si todo fuese así, créame, el mundo no sería mundo, no sería lo que es. Así que cuando vea a un "tuki" hágase de la vista gorda, hágase el loco y deje de verlo para criticarlo, por que aunque para usted sea horrible, el se siente divino y seguramente ni le importa ni le afecta que usted se horrorice o le parezca patético.
Usted que se tomó unos cuantos minutos para leer esto, sonría por favor relájese, nadie dice que el día a día sea sencillo, pero sólo usted mismo le puede poner colores a su mundo. Respire, ríase de sus accidentes, hágase el loco, ¡sea feliz por ustéd mismo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario