Aquellos que construyen mis logros, aquellos que protagonizan mis fracasos, ellos, los dueños de mis razones, el mar de mis encantos y el fuego de mis chascos, la razón para seguir, el lagrimal de mis tragedias y los sueños de quién mi almohada es testigo.
Aquellos por los que mucho lucho y por los que tanto me derrotan.
Los testigos de mis caprichos, y mis trofeos empolvados.
Los sueños, la película de mi presente y el cassette roto de mi pasado.
Por ellos conseguí tantas cosas y perdí tantas otras, me cansé en muchos caminos y continué en otros.
Ellos quiénes me enamoran y me aburren, son mi peor virtud y mi mejor defecto.
Son ellos quiénes me aferran y quiénes me desprenden, los que me golpean y me dejan lecciones, los culpables de mis remordimientos escondidos y de mis victorias predicadas.
Son quiénes se desahogan hoy y se encierran mañana.
Son esto, soy yo, soy ellos.
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